Desde que era muy pequeña yo siempre había querido escribir, mucho antes incluso de aprender a hacerlo. Me recuerdo usando una caja registradora de juguete a modo de máquina y fingiendo que sabía leer las novelitas a 75 pesetas que una vecina me regalaba. Ni idea de dónde me vino la vocación; en mi casa no había libros y mis abuelos, con quienes me crié, me querían muchísimo, pero no entendían que disfrutara más con los cuentos que con los pocos juguetes que tenía. Mientras crecía, me encantaba imaginar que algún día sería una escritora famosa, que crearía historias armadas a base de misterio, aventura y giros inesperados y que habría lectores que disfrutarían mucho con ellas.

Luego, la vida me fue llevando por otros derroteros. Estudié Derecho, Humanidades, varios idiomas y otras cuantas cosas más. Empecé a trabajar en el complejo y exigente mundo del mercado del arte y las antigüedades y aprendí muchísimo de mi otra gran pasión: la Historia del Arte. Me casé con un hombre maravilloso y juntos formamos un hogar del que me siento muy orgullosa. Pero los años fueron pasando y yo sentía que me faltaba algo. Y ese algo era escribir historias. Pensaba que ya era demasiado tarde, que había escogido otro camino y que ya no había vuelta atrás. Me sentía muy desgraciada.

Pero un día decidí que no. Que no estaba dispuesta a rendirme sin plantar batalla. Que el destino se va forjando día a día al hierro de nuestras propias decisiones. Había pasado de los treinta años y no tenía ni idea de por dónde empezar. Pero me lancé y escribí una novela y luego otra. Y un día una de las mejores agencias literarias del país se fijó en mí. Y con ello cambió todo. Mi tercera novela se publicó con una gran editorial y mi siguiente libro se tradujo a varios idiomas. En la primavera de 2024 logré cumplir un sueño que durante muchos años creí imposible: firmar en la Feria del Libro de Madrid y conocer a muchos de mis lectores. Fue uno de los días más bonitos de mi vida. Mi marido me hizo unas fotos preciosas. ¡Estaba tan orgulloso!

Hoy me dedico a escribir novelas y libros de no ficción donde la historia, el arte y el misterio son los protagonistas absolutos. Me alegro de haber comenzado cuando lo hice y no antes porque ahora sé que mi experiencia me sirve para crear historias más complejas, con atmósferas mejor conseguidas y personajes más complicados. También sé que el destino nunca termina de jugar la partida y que siempre tenemos un as escondido del que no teníamos noticia alguna. En una vida caben muchas vidas.
Aunque eso, de alguna manera, ya lo sabía la niña que soñaba con convertirse en escritora algún día.

Muchas gracias por leerme y espero que disfrutes con mis historias.