Soy Carlota Alfaro, aunque puede que me conozcas como C. A. Ortega; el seudónimo que utilizo para escribir novela romántica. No es que me avergüence de mi nombre, ni nada, pero escribo libros de no ficción con mi verdadero nombre y quería separar de alguna forma las dos facetas de mi vida.
Si te digo la verdad, tenía una biografía de bastante prestigio preparada (para quedar como autora de nivel), pero en un curso, que acabo de hacer, me han explicado que todo eso no sirve de nada, así que he decidido escribir mi historia de una forma algo más (cómo decirlo...) como me salga del... corazón (mal pensada).
Nací en Donostia-San Sebastian en 1979 (!ups!, esto no sé si es muy buena idea ponerlo). Siempre tuve bastantes pájaros en la cabeza, aunque para ser franca nunca me dio por escribir. Crecí siendo muy feliz, y todas esas cosas que se dicen siempre aunque no sean verdad, y durante aquellos felices años muchas muchas historias visitaron mi cabeza (qué pena que no me diese por transcribirlas, porque ahora ya tendría como veinte novelas en mi haber). Todo fue bien hasta que a los dieciocho años un suceso trágico ocurrió en mi familia y todas aquellas historias se esfumaron como por arte de magia; supongo que bloquear es la forma que utilizamos la mayoría para salir adelante. Tras un montón de malas decisiones, de las que prefiero no acordarme, acabé por licenciarme en Ciencias Ambientales en la Universidad Autónoma de Madrid (primera decisión acertada en muchos muchos años). Nada más graduarme, entré en el mundo laboral. La entrada de mi persona en el mercado laboral convencional puso muy contenta a mi familia, excepto a mí misma que me vi encerrada en una oficina de la que solo salía para contar basura (sí, aquello formaba parte de mi trabajo), creo que aquello tampoco le hizo mucha gracia al Universo que comenzó a hacer de todo para que saliese pintando de aquel sector como fuese (incluso dejó a mi empresa sin fondos para que yo no pudiese cobrar). Así que, después de tres años siendo Responsable de Calidad y Medio Ambiente y contando basuras a diestro y siniestro, decidí dejarlo todo para seguir uno de mis sueños: trabajar con animales.
Así que, un poco perdida y sin saber muy bien por dónde tirar, abrí un negocio relacionado con el mejor amigo del hombre (el perro, claro). En aquellos años aprendí un montón de cosas. Por un lado, conocí a personas que me ayudaron a retomar el camino que había abandonado hacía tiempo y conseguí desbloquear a la storyteller que siempre había llevado dentro. El estar alejada de un ordenador durante mi jornada labora, hizo que un buen día ( o mejor dicho: una buena noche) comenzase a escribir sin ton ni son lo que acabó siendo mi primera novela: Nubes de Octubre. Finalmente, acabé por cerrar la empresa (lo de bañar amilanes tampoco era lo mío) y seguir a mi corazón. A partir de ahí, decidí lanzarme a publicar mi primera novela y a abrir una página web sobre el cuidado de perros y gatos.
Hoy en día, compagino mis tres grandes pasiones. Por un lado, sigo transcribiendo todas las historias que me vienen a la cabeza, indago más y más sobre lo femenino y su creatividad y, por último, sigo trabajando en la web www.perrosygatosparanovatos.com.
- via Goodreads